Es una obra sublime en acrílico sobre tela que mide 100 cm x 35 cm. Esta pintura evoca la serenidad de un paisaje montañoso al atardecer, donde una paleta de tonos cálidos y fríos se equilibran con armonía. Las suaves siluetas de las montañas transmiten profundidad y tranquilidad, mientras que el sol tenue completa la escena con un aire de contemplación. Ideal para incorporar calma y estilo a cualquier ambiente moderno o minimalista, esta pieza se entrega sin enmarcar, lista para ser exhibida.